El cuerpo de Francisco Alvarado Sánchez (21) fue encontrado colgando de un árbol en Sahondé la madrugada de este jueves. Una gran caravana “tuning” le acompañó en su despedida.-
De la sorpresa a la consternación y luego al dolor profundo es el tránsito que los jóvenes de Putaendo hacen hoy luego de la partida del querido “Winni”, que fuera encontrado ahorcado en un sector de Sahondé, este jueves por la madrugada.
Según versiones de amigos del joven, su cuerpo fue encontrado por su propio padre, Claudio Alvarado y un grupo de amigos, lamentablemente ya sin vida. Al lugar concurrió PDI de Los Andes junto con un móvil del Servicio Médico Legal para retirar el cuerpo y realizar los peritajes correspondientes, los que probablemente harán descartar la intervención de terceros.
El joven Francisco, que recién el próximo enero cumpliría 21 años, era muy querido en Putaendo, por jóvenes y adultos, pues fue un estudiante ejemplar, solidario con sus compañeros, muy educado y respetuoso y también siempre alegre y positivo, última característica que provoca más dolor junto a la extrañeza por lo sucedido.
Sólo queda acompañar a sus padres, Claudio y Patricia, y a su hermana Claudia, así como al resto de la familia, en el inconmensurable dolor que les afecta en esta hora, y que la comunidad de Putaendo ore por uno de sus más amados hijos.
A eso de las 17 hrs del jueves el cuerpo del malogrado joven hacía ingreso a Putaendo. En las afueras de la ciudad le esperaba una gran cantidad de sus amigos del Tuning, quienes acompañaron el féretro en caravana -con bocinas y rugir de motores- hasta su casa. Durante la noche una gran cantidad de gente concurrió a acompañar a la familia, donde el Padre Claudio Acevedo realizó un responso fúnebre. El viernes continuó la visita de putaendinos y especialmente jóvenes a la casa de sus padres, donde era velado. A las 5 de la tarde se realizó una misa con un templo repleto de personas que daban el adiós a Winni. Terminada la eucarístia, una larga caravana de vehículos “tuning” hicieron nuevamente caravana para acompañarlo hasta el cementerio. Aplausos, rugir de motores, aceleración y “quema” de neumáticos para despedir a uno de los mas queridos suyos.
Con Winni, Putaendo ya tiene un ejército de jóvenes ángeles en el cielo, que protegen a toda su comunidad.
(Foto FB de Fco.)