Esquizofrénico que mató a guardia en La Serena permanecerá recluido en Hospital Philippe Pinel.- 

Se confirmó que el autor de la muerte de Fernando Lara Gómez (61) deberá seguir en el hospital psiquiátrico de Putaendo. Allí el joven de 21 años ya se hallaba en internación provisoria. El muchacho no irá a la cárcel por ser inimputable, debido a que padece una enfermedad mental.

La sentencia se dio a conocer pasadas las 16:00 horas, en el Tribunal Oral de La Serena. No se hizo presente el Ministerio Público, pero estaban las abogadas querellantes, así como el defensor y la curadora del condenado. Allí el juez dio a conocer que se mantiene la internación en el hospital psiquiátrico, mientras subsistan las condiciones actuales, la cual no debe extenderse más allá de 10 años y un día. Junto con ello, se debe entregar un informe semestral de la condición o evolución del joven al Ministerio Público, a su curador o familiares. Se le abona el tiempo que ya había permanecido privado de libertad, desde el 3 de septiembre del año pasado.

La víctima de este crimen que estremeció a La Serena fue un vigilante que, la noche del 2 de septiembre de 2012, fue golpeado con un objeto contundente en la cabeza por parte de Carlos Correa, que ingresó a la automotora que Fernando Lara cuidaba en la Avenida Francisco de Aguirre de dicha ciudad. La gravedad de las lesiones causó la muerte del nochero. Al día siguiente de conocidos los hechos, el padre del autor confeso del homicidio aseguró que su hijo no es un delincuente y que actuó así por sus problemas mentales. Después se supo también que el agresor, detenido por Carabineros, era consumidor de droga y había dejado de tomar sus medicamentos.

El homicida tiene esquizofrenia paranoide, que es una enfermedad mental que no conlleva alteración anatómica observable, cuya principal característica es que afecta a la personalidad del individuo, así como a áreas de su psicología. El estado consciente del enfermo es normal. Su actitud psíquica se caracteriza por el egocentrismo y el aislamiento, y expresa una pérdida de contacto con la realidad. Manifiesta ideas delirantes (persecución, intentos de envenenamiento, influencias extrañas, etc.) y trastornos de la percepción, con alucinaciones del tipo auditivo.

(Armando Tapia, El Día/P1/ Foto: Lautaro Carmona)