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57% de los municipios del país, sencillamente no responde a las solicitudes de información pública

El derecho a “pataleo” nadie se lo cuestiona, menos los ciudadanos. Ejemplos de ello son las protestas de Aysén, de Freirina, de los mineros de Escondida, de los estudiantes, e incluso por el agua en Putaendo.

Sin embargo, ello es muy distinto de la participación ciudadana, que implica que la ciudadanía organizada se involucre en un tema y a la vez que su voz y opinión sean consideradas por la autoridad. Remedos de participación hay muchos, y se pretende hacer creer a los ciudadanos que participan cuando se realizan multitudinarias reuniones para recoger encuestas e ideas, o cuando se realizan “cabildos” donde la autoridad escucha sus reclamos.

Se ha logrado rescatar dos derechos fundamentales en la legislación: el acceso a la información pública y la participación ciudadana en la gestión municipal. El primero, está incluido en la Ley de Transparencia, que otorga el derecho a cualquier ciudadano de obtener oportunamente información de los organismos públicos; y el segundo, en la Ley de Participación Ciudadana, que abre nuevas instancias participativas en el ámbito comunal, como el Consejo de la Sociedad Civil, Cosoc.

El problema es que, pese a tener un soporte legal, ninguno de estos dos derechos se respeta a cabalidad, debilitando a la ya anémica democracia.

La gente suele pensar que existe democracia porque una vez cada cuatro años se puede elegir mediante votación a las autoridades, sean éstas parlamentarias o nacionales, o comunales. Pero, después de dicha elección, que generalmente se muestra en los medios como un orgullo democrático, tales autoridades tienen carta blanca para actuar en representación de sus electores, sin control, ni fiscalización ciudadana.

¿Usted se ha preguntado si en su comuna existe el Cosoc? A enero de 2013, menos de un 50 por ciento de los municipios había cumplido con tal “trámite”, cuyo plazo venció en diciembre del 2011. Los Cosoc son instancias creadas justamente para la participación y la fiscalización de la gestión municipal. Estos organismos deberían tener facultades para revisar los presupuestos, los planes de desarrollo y los planes de regulación urbana municipal, entre otros. Pero, como son presididos por los alcaldes, éste generalmente hace y deshace, transformando al Cosoc en un ente que sólo recibe información, la que él quiere entregar o mostrar.

¿Qué clase de democracia y participación ciudadana es esa? Sólo un espejismo ciudadano. ¿Sabía usted que los municipios están obligados a mantener en su portal información actualizada mes a mes sobre su gestión, presupuestos, etc.? ¿Ha revisado si el suyo lo cumple? ¿Están allí publicadas todas las ordenanzas que rigen su conducta ciudadana?

Las ordenanzas municipales tienen el carácter de “norma comunal” y si usted infringe alguna es sancionado por el Juez de Policía Local. Pero, como cumplirlas si ni siquiera las conoce y tampoco el Municipio se las muestra.

Los alcaldes generalmente se defienden con eso de “todo el quehacer comunal está en las actas del Concejo” (actas que por cierto tampoco están actualizadas). “No tenemos personal suficiente para estar escribiendo todo y publicarlo”, como una forma de distraer un poco la atención y dificultar la fiscalización ciudadana. ¿Por qué no facilitar el acceso ciudadano a la información?, ¿Acaso eso le quita “independencia” a las decisiones alcaldicias?, ¿o será que no se puede dar total transparencia a lo que se hace, porque los caminos usados son cuestionables?

¿No le parece a Ud. Señor Ciudadano que todo esto no es más que un mal chiste? ¿Un poco de “mal” humor?

Las preguntas no dejan de ser interesantes, considerando que la calidad de ellas es la que puede asegurar que una comunidad aprenda a ejercer sus derechos por un camino abierto hacia el desarrollo y el crecimiento con real participación.

En resumen, si usted quiere seguir siendo un mero espectador, mientras otros deciden qué hacer con el destino de su comuna, quédese en casa viendo televisión y espere hasta que el próximo año lo inviten a “participar” de un carnaval de dudosa calidad.

No olvide que la comuna es el único y exclusivo nivel gubernamental donde los ciudadanos tienen poder de decisión. Desde la elección de las autoridades municipales, hasta la administración de los recursos públicos. Por lo tanto, su responsabilidad ciudadana es involucrarse utilizando los medios que la propia ley le provee. Que no le cuenten más cuentos.

Categories: Editorial, General

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