Alumnos de la Escuela Alegría Catán disfrutaron de navegación a vela y paseos en kayac en el Club de Yates del puerto.-
Una excitante experiencia náutica vivieron los alumnos de esta escuela de Piguchén el pasado jueves 11, gracias a una gestión de su directora, Cecilia Piuzzi, con la encargada de proyectos de Náutica Barón, Daniela Flores, y el relacionador público, tripulante y profesor de navegación a vela, Jonathan Navas, quienes se unieron para desarrollar una hermosa actividad con los alumnos de 7º y 8º Básico, en el Club de Yates de Valparaíso.
La micro, facilitada por el municipio putaendino, esperaba con los motores en marcha a los impacientes alumnos, y a las 8 en punto parten con rumbo al puerto principal. Allí les esperaban Jonathan, Daniela y Gustavo, quienes brindaron a los niños una inolvidable experiencia en el mar.
Jonathan les dio las primeras instrucciones, dando énfasis a la importancia del trabajo en equipo, y de escuchar y seguir las instrucciones para que la experiencia no presente riesgos.
Cada uno se subió a un kayak y comenzaron a remar, internándose en el mar. Algunos con temor, pero todo fue voluntario. La actividad fue desarrollada por varios profesores, proporcionando la seguridad en todo momento, tanto a los niños como a los adultos. Igual algunos se dieron su chapuzón, al pasar de un kayak a otro.
El almuerzo, como corresponde, fue en el Mercado El Cardonal donde también disfrutaron de las delicias típicas de la zona.
La directora Piuzzi (foto der.) señaló en exclusiva a Putaendo Uno “Pero nos faltaba la mejor parte, porque por la tarde, nuevamente en el Club de Yates, todo estaba dispuesto para la navegación a vela. Escuchamos las instrucciones y luego se formaron grupos de cinco alumnos para abordar el velero. Cada uno tuvo oportunidad de tomar el timón y sentirse todo un capitán, manejar las amarras, dirigir los veleros, e ir rotando en las diferentes faenas propias de la navegación. ¿Que más podemos pedir? Fue una experiencia realmente maravillosa para nuestros niños y muy gratificante para nosotros como sus educadores. Tener estas oportunidades con dos cursos completos, no lo vemos a diario”, expresó demasiado contenta la entusiasta docente.
La jornada náutica finaliza con una colación muy esperada, una evaluación de lo vivido y los eternos agradecimientos a los anfitriones. Y luego el adiós, con el grato recuerdo de una intensa y maravillosa experiencia.
Los alumnos fueron acompañados por dos apoderadas, su profesora jefe Jessica Herrera y la directora Piuzzi, motivadora incansable para despertar en ellos el esfuerzo diario por alcanzar las metas y sueños que se propongan en la vida.
(CP/P1/Fotos autorizadas)