Y el “Chico Sexy” se robó el corazón del público. Gran final de Banda Conmoción.-
Todo Putaendo esperaba el regreso a los escenarios del “Chico Sexy”, nombre artístico y cumbianchero de Rolando Valencia, músico putaendino de vasta trayectoria en la música tropical y ranchera, muy querido en su pueblo y que pasó por delicados y largos trances de salud. Los aplausos no se hicieron esperar cuando, junto a Juan Bravo -maestro de muchos músicos locales- aparecieron sobre el escenario de la Chaya putaendina.
Con un sonido espectacular de su doble órgano electrónico dieron vida a cumbias, cumbias rancheras y rancheras, varias de las cuales Rolando dedicó a su madre y su familia, presentes entre el público. “Ni por mil puñados de oro” y “El de las botas negras” fueron de las mas aplaudidas. Al finalizar su presentación, Pedro Muñoz – el animador oficial del Carnaval de la Chaya – le llamó para conversar con él y rendir homenaje a su trayectoria y especialmente a su fuerza y valentía, por volver a la música ganándole al destino. Todo el público ovacionó a un emocionado “Chico Sexy”, que de chico, nada, una gran persona y un gran músico.
Luego se dejó sentir todo el rock de los sanfelipeños “Paradisíacos”, que con una presentación muy bien estudiada y un sonido bastante afiatado gustaron a los más jóvenes.
Luego una neblina de romanticismo cubrió a Putaendo cuando ingresó al escenario el trío Natalino y comenzaron a dejarse sentir los gritos femeninos. Baladas románticas coreadas por la multitud, especialmente cuando interpretaron un “cover” de “Y volveré”, de Los Ángeles Negros, el mítico grupo setentero de Chile. Pero la euforia fue total cuando cantaron “Eres ángel del pasado” para terminar con su ya clásico “Desde que te ví”. Una presentación correcta.
La Banda Conmoción fue la encargada -por tercera vez en la Chaya putaendina – de poner la música carnavalesca y el jolgorio que hizo bailar a todo el mundo, que gusta de sus ritmos tropicales y nortinos, con un muy buen sonido de vientos y percusión que hicieron retumbar la plaza de la localidad. Un acierto para el espíritu de esta verdadera fiesta de Putaendo.