Por Alejandra Rodríguez (*)
Yo creo que no hay cosa más terrible que sufrir por amor. Obviamente que hay cosas peores y más terribles, pero esta vez hablaré de eso y por tanto debo ponerle acento al asunto.
Prosigo. Es lo peor que te puede pasar. De repente estás bien con tu pareja; llevarás -no sé- meses o años. La cosa es que una es siempre la más enamorada y hace todo lo humanamente posible para que el otro se sienta a gusto con una, le hacemos regalos, le hablamos bonito, no les exigimos nada, en fin, prácticamente nos anulamos por ellos. Y ellos, los muy cretinos, de un día para otro se aburren de nosotras, aludiendo que necesitan tiempo, que no somos nosotras y son ellos, que merecemos algo mejor, etc.
Y ¿qué pasa con nosotras?, pues nos desmoronamos, nos volvemos locas, nadie nos quiere, somos malas y feas; nos adjudicamos todo lo malo y la verdad –amigas- es que no vemos o no queremos ver lo mal que estamos, como que nos gusta sufrir por amor.
Pues ¿Qué pasa por nuestras mentes? ¿Acaso no pensamos que tiene a otra?, que ¿por qué nos hace esto si nosotras somos tan buenas con él? Y eso -mis amigas- no es lo importante. Si se rompe con alguien lo único que nos debiese “doler” es que ya no veremos a ese alguien, pero nada más, la circunstancia que lo llevó a “patearnos” es lo de menos, pues el tipo ya está decidido y no echará pie atrás si le decimos que cambiaremos.
Y al final ¿Cambiar qué?, si, acá la clave está -mis amigas- en que efectivamente no le hicimos nada malo. Lo que pasa es que a estos señores no les gusta que los traten bien, prefieren -al igual que nosotras- tener a alguien frío que demuestre de a migajas el cariño por él. ¿Qué…..? ¿Le parece conocida la historia?, pues obvio, es lo mismo que buscamos nosotras, y así se arma este círculo vicioso.
Entonces, lo que debemos hacer es tomar el toro por las astas y cuando conozcamos a alguien que nos guste, no demostrarle nada e ir entregándole de a poco nuestro cariño, con mesura. Ya verán que al cabo de un tiempo lo tienen comiendo de su mano, y si no es así, pues pasamos al próximo sin obsesionarnos. Total como hemos demostrado poco, o recién se vienen conociendo, no habrá tanta química como para sufrir.
Ahora, seguro no faltará la romántica que diga: “en el amor hay que dar sin esperar recibir”. Pues yo le digo a esa personita, ¡jódete cuanto quieras! Yo no sufro más por nadie, así de simple.
Si ya estás jodida porque estás sufriendo por amor, y este consejo te llegó tarde, pues no te recomiendo salir con otros hombres. Eso de un clavo saca a otro no resulta y puede que te quedes con “otro clavo”. Pero sí resulta tomar clases de baile, salir con amigas, así el duelo se hará más corto. Y si vas por el gimnasio, le sacarás partido a la depresión y quedarás estupenda. Y además podrás estar regia para cuando la Divina Providencia te regale encontrártelo…caminando por la calle…y tu bien regia lo mires…y te des cuenta del pelmazo de persona por el que sufriste alguna vez.
¡Te doy firmado que llegarás feliz a tu casa y ya estará superado!
______________________________________________________________________________________________________
(*) Alejandra Rodríguez es una mujer joven, putaendina, madre de tres hijos hermosos, por ahora peluquera de niños, y va desenfadada y feliz por la vida. En suma, madre, hija, esposa, apoderada, trabajadora, amiga y a veces bruja. Ella es…una mujer como tú.