Taller Semillas del Orolonco mostró sus primeros frutos, como aperitivo para una descollante actuación del Grupo “Amigos de Santiago”.-

La Academia de Danzas Folclórica Chilenas y Latinoamericanas “Semillas del Orolonco”, que dirigen Cristina Portillo y Patricio Ordóñez, culminó su primer año de trabajo con una gala folclórica como pocas veces se ha visto en esta zona. Una impecable presentación de sus alumnas y adultos mayores asociados, y una rutilante actuación de algunos integrantes de un conocido Grupo Folclórico de una institución de las fuerzas armadas, con una calidad impresionante.

El marco escénico correspondió a la pista de la medialuna de Putaendo, preparada al efecto con tarimas y luces. En las graderías, una gran concurrencia de vecinos que realzaron el espectáculo entregado en el escenario, en una agradable tarde de fiesta folclórica.

El taller trabaja también con clubes de adultos mayores de Las Coimas y Quebrada de Herrera, en asociación y con el apoyo del Cesfam Valle Los Libertadores, de Putaendo, a través de los programas de vida saludable que gestiona don Alfredo Vera. Y fueron justamente ellas quienes abrieron la jornada bailando la danza tradicional “El sombrerito”, en una hermosa coreografía que todas lucieron con galanura y orgullo.

Luego vino la presentación de los alumnos del taller, que bailaron cumbia, tamuré, cueca y cacharpaya, con coreografías muy bien armadas, elegantes, sobrias y estilizadas, con vestimentas acorde, y que daban cuenta del avance de los chicos en el aprendizaje de las danzas. Soltura, elegancia, coordinación, ritmo, respeto de los tiempos y una delicada pero notoria disciplina fue lo que exhibieron los muchachos en sus bailes, especialmente en la fantasía de cueca y en su carnavalón altiplánico.

El reconocimiento para el desarrollo del trabajo del año para todos los alumnos y sus colaboradores, donde estuvieron apoderados, vestuaristas, maquilladores, y todos quienes participaron en la producción de este evento.

De fondo, el plato del chef. El Grupo Folclórico venido desde Santiago, bajo la dirección de Raúl Avezón, con las coreografías de Pedro Mora y los arreglos musicales de Freddy Chávez, inició su presentación con destrezas de cueca y danzas tradicionales, terminando esta primera parte con Cristina Portillo zapateando de punta y taco sobre la arena de la medialuna. Luego un par de cuadros chilotes, con una rítmica sirilla, una procesión a la Virgen y la unción de un angelito.

En cada intermedio, el conjunto musical del grupo deleitó a los presentes con hermosas canciones y arreglos vocales e instrumentales que entregaban un sonido gratificante.

Un breve intermedio sirvió para que los alumnos de la academia entregasen un presente a su monitora Cristina. Y las lágrimas de la emoción aparecieron en los rostros agradecidos de varios de los presentes.

Luego el cuadro final, la gran sorpresa. El Grupo Folclórico puso en escena varios bailes tradicionales pascuenses. Aparecieron primero los apuestos varones, apenas cubiertos por un taparrabos, y el griterío en el público no se hizo esperar, especialmente a cada brusco y varonil movimiento de los bailarines. Y luego fue el turno de los varones presentes, pues hicieron su ingreso las bailarinas, también con diminutas y generosas prendas. Pero lo más importante fueron las coreografías y los endiablados ritmos polinésicos que danzaron. Ellas se llevaron los aplausos con su sensualidad y belleza, ellos con su rudeza.

En suma, un espectáculo como pocos vistos en Putaendo, una bien equilibrada mezcla entre los aprendices y los profesionales, que en muchos pasajes, la mano de la monitora hizo que desapareciesen las diferencias de trayectoria.

¡Felicitaciones a Semillas del Orolonco”, y a seguir aportando cultura a Putaendo!

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