“Galería al aire libre” y niños de Granallas crearon un nuevo mural en su Escuela Gastón Ormazábal, en Putaendo.-
Una nueva muestra de amor por su tierra, su gente y la cultura fue lo que desarrollaron los jóvenes del colectivo “Galería al Aire Libre”, la brigada de alegres pintores que lidera Susana Gallardo.
Esta vez le tocó a los muros de la Escuela Gastón Ormazábal, de Granallas, una pequeña escuelita básica rural de Putaendo. La idea era que los mismos niños y su apoderados participasen del evento, y de ellos provino la inspiración para crear el conjunto de murales denominados “Granallas en los ojos de los niños”. En la obra aparece todo el entorno, con el puente de cimbra sobre el río, el campo, los animales, su ruralidad, y hasta una imagen de su propio fundador.
Toda una muestra de agradecimiento hacia los educadores actuales y antiguos; al fundador del colegio, por quien lleva su nombre; por haberse encarga de llevar la educación hasta tan recóndito lugar, para formar personas útiles a la sociedad.
Susana Gallardo, la soñadora putaendina que paso a paso está inundando Putaendo de murales con mensajes y colores positivos sobre la vida y la historia local, sus gentes, su cultura, a través de las manos de la propia comunidad que participa pintando, expresa su satisfacción por el trabajo realizado.
“Maravilloso…muchos vecinos de Granallas, su comunidad educativa…muchos alumnos…mis chicos…como siempre…muy feliz de poder alegrar a muchos niños…recordé la escuelita de Juan Rozas donde nosotros nos educamos,…y recordé a mis grandes maestros. Pero aquí lo importante es sacar la ¡cultura para todos! -dice- y que todo el pueblo sienta el cariño de la cultura que se da sin recursos, pero con un corazón grande, como lo tienen mis amigos que me acompañan….sin esperar algo de vuelta. Se pasa frío, calor, duelen las piernas, ¡pero el alma nos crece con cada salida!”, señala orgullosa esta adoradora de las artes como expresión humana.
Mención especial para la comunidad de la escuela que “se puso” con un almuerzo para todo el grupo de espontáneos artistas del pincel, quienes señalaron que el sabor de esos fideos “no se compara con nada”.
Y como no estarlo, si cada vez que llegan a algún lugar a derramar colores, la propia comunidad les acompaña en la creación, generando así un fuerte vínculo de los vecinos con su obra, que pasa a ser propia…y de todos.
Un nuevo regalo de cariño, frescura y color para el añoso Putaendo.
(Fotos: SGL)
