Parroquia putaendina deberá reunir $1.200.000 para pagar impuesto municipal por reparaciones a los daños que sufrió el templo con el terremoto del 27F.-
La Parroquia San Antonio de Padua de Putaendo deberá desviar sus esfuerzos de labor pastoral para dedicarse a reunir un millón doscientos mil pesos que el Municipio le cobra por impuestos de reparación de los daños que sufrió el propio templo católico con el terremoto del 27 de febrero del 2010. O sea, además de todo lo invertido en reparar el templo, la parroquia debe pagar un impuesto municipal por haber hecho reparaciones.
No hay antecedentes anteriores a este cobro municipal, pues, la larga labor de reconstrucción del templo parroquial, luego de los severos daños que provocó el terremoto de 1985, y que sacó adelante el recordado Padre Celis , junto a toda la comunidad, y que duró cerca de 15 años -es decir casi cuatro administraciones municipales-, no tuvo que pagar tales impuestos, que por cierto, gravan aún más el peso de la reparación y reconstrucción.
Hace un par de semanas, con la sola excepción de la Concejal Patricia Bordones, el Concejo Municipal en pleno acordó cobrarle a la Parroquia dicha suma por concepto de impuestos contemplados en una Ordenanza Municipal, aprobada por Decreto Alcaldicio 2445, del 29/10/2009, relativa a Derechos Municipales, en el título dedicado a Urbanismo y Construcción, artículo 13.
La cifra a pagar corresponde al 1% del presupuesto del proyecto de reparación del templo parroquial, que tuvo un costo de 120 millones de pesos, de los cuales el 50% provinieron de una donación institucional externa.
El cobro acordado por el Concejo Municipal proviene de la Ley General de 
Urbanismo y Construcción, en su artículo 130, en el que seguramente se sostendrá la decisión municipal para justificar el gravamen.
La noticia cayó como un balde de agua fría en la comunidad católica, puesto que algunos de sus miembros pusieron gratuitamente hasta su propio trabajo para completar las reparaciones del templo y que pudiera seguir sirviendo por muchos años a todos los putaendinos. Si hasta se invitó al propio Obispo, Monseñor Cristian Contreras a la reinauguración del templo, acto en el participaron las autoridades comunales, demostrando la importancia que tiene el edificio para Putaendo.
La Parroquia ha sido generosa en su acción comunitaria y a los fieles les cuesta entender esta decisión municipal.
Un profesional, arquitecto, lector de Putaendo Uno, llama la atención sobre las exenciones de impuesto que favorecen a los monumentos históricos. La iglesia está dentro de la “zona típica” como monumento, y por tanto también le sería aplicable la Ley 20.033 del 23 de junio de 2005, situación que, a lo menos, merece una revisión más profunda, previo a hacer efectivo el gravamen sobre la Parroquia.
¿Y a Ud. qué le parece?
