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Crianza de mejores razas y en establo es la nueva alternativa.-

Cuando no había sequía en Putaendo se podía tener cabras de mezcla criolla, criadas en libre pastoreo en los cerros, en grandes cantidades de animales, para compensar la baja productividad en leche, grasa y carne. Amén del sobrepastoreo en suelos donde ya la vegetación natural escaseaba por el intenso ramoneo del ganado, comenzó a faltar el agua y los cabreros comenzaron a ver como mermaba su población de cabras, a razón 5 o más animales muriendo cada día.

La falta de agua y alimento y la fuerte baja en la población caprina obligó a los ganaderos a repensar su sistema productivo.

Y así es como llegaron a atreverse con cabras importadas, de la raza Saanen. La raza es originaria del valle de Saanen en Berna, Suiza y se ha extendido por el mundo, pudiéndose afirmar que es la mejor raza caprina lechera de la actualidad.

El período de lactación de la raza Saanen es muy prolongado, alcanzando un promedio de cuatro a seis litros diarios; hacia el final de su vida productiva, se totaliza un promedio de entre seiscientos y mil litros de leche. Esta leche tiene, en promedio, un 3,5% de materia grasa.

Anyelin Muñoz, vocera de la Asociación de Ganaderos de Tabolango, e hija de productores de leche y queso de cabra, señala que “Mi familia siempre tuvo raza criolla, con libre pastoreo. Pero llegó la crisis del 2019 donde muchas murieron y las que quedaron debieron venderse a precio muy bajo. Había días en que morían más de cinco cabras. Pero había que buscar otras alternativas y se eligió solo tener raza Saanen, con un valor de compra más alto que la criolla, con mayor demanda de alimento, cuidados y con estabulación al 100%. Pero le trajo mayor libertad a mis padres, ya que no debían cuidarlas en el día, les trajo mayor calidad en el trabajo y sobre todo mayor cantidad de leche. Esto quiere decir que con muchas menos cabras se tenía la misma cantidad de leche y con menos trabajo. Mi madre tiene una cabra que llega casi a los cinco litros de leche diarios”. 

Muñoz agrega que “Deseo que algún día podamos tener ferias locales de nuestros quesos y derivados, reconocidas a nivel regional donde los productores puedan sacar un valor agregado al producto, con un sello comunal como zona quesera, ganadera. Pero para ello también nuestro Municipio debe contar con profesionales preparados para las demandas del mundo ganadero y campesino, donde todos los ganaderos compitan con las mismas herramientas y oportunidades, sin preferencias”.

Por su parte Miriam Vergara, madre de Anyelin y una de las principales productoras de queso del sector, señala “En Queseria Campesina Orolonco ya tuvimos nuestros primeros quesos de la temporada. Nuestra quesería es ganadería familiar campesina, donde elaboramos quesos a menor escala y de manera artesanal, donde solo se le aplica cuajo y sal. Durante muchos años nuestra quesería funcionó con animales pastoreando, pero la sequía cambió el modo y hoy la estabulación es la única forma de poder continuar, por ende los gastos se incrementan al doble, al tener que comprar todo el alimento diario. También al ser animales de raza lechera requieren mayor cuidado y alimentación de calidad. Esta temporada en nuestra comuna el queso de cabra tiene un costo de $10.000 el kilo y yo invito a valorar el trabajo de los campesinos, a no pedir rebaja, ya que en época de sequía mantener este rubro es cada vez es más difícil”, manifestó.

La familia Muñoz Vergara es todo un ejemplo de reinvención ganadera en los campos de Putaendo.

 

Categories: General, Tu Comuna

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