Con Kramer en el escenario culmina el carnaval mas largo de Chile.-
Editorial
Por Mario Alvarado, Director/
La efervescencia de la última noche ya se apaga, los restoranes temporales comienzan a guardar sillas y mesas, los carros de comida venden los últimos sandwiches, cerveza o papas fritas, el escenario está apagado, la gente se retira en grupo a su casa.
Fueron nueve noches de grandes artistas sobre el escenario, porque no hubo ninguno que no mereciera los aplausos del público. Emergentes y de trayectoria reconocida; nacionales, locales o extranjeros; grupos y solistas. Anyel Luna y Gonzalo Osses los más jóvenes, el aysenino Chocair el mas antiguo.
Mucha gente disfrutó los nocturnos espectáculos, desde el “Pájaro Campana” de los maestros Campusano, Ponce y Chocair hasta la nostalgia de “La muralla” de Quilapayún; o desde el rock de “Monos con Correa” hasta Francisca Valenzuela; o todo el sabor tropical de Juan Angel, La Combo Tortuga, Chumbekes y Rodrigo Tapari; los mexicanos del Mariachi La Reina o las sólidas tonadas y cuecas de Mirta Iturra. Todo fue diversión.
Se aplaude lo bueno, excelentes animadores, extraordinario sonido e iluminación, buena atención a los artistas, tras bambalinas.
Para que todo sea a pedir de boca, para el aniversario 90 del Carnaval de la Chaya, es esperable que se mejore el reconocimiento – y por ende el valor del contrato – de los artistas locales, que ya lleva mas de cuatro años trabado en el mismo bajo valor, varias veces menor que los demás artistas.
De igual manera, ojalá se modifique la rutina de hacer subir al alcalde y a todos los concejales para una obligada y casi falsa foto con cada artista, mientras se le entrega un recuerdo de su participación. Es cierto que el carnaval lo organiza el Municipio, sea o no con presupuestos propios o ajenos, y que el Concejo aprueba el presupuesto, pero no es necesario que suban al escenario para premiarlos por su aprobación. Mas simplicidad puede ser mejor.
En la suma y resta, el resultado final es muy positivo, destacando el trabajo que realiza la organización del evento, equipo conformado con puros funcionarios municipales.
Ahora Putaendo cambia y se acerca a pasos agigantados el inicio de clases en los colegios, anunciando el fin del verano, mientras en la bucólica paz de la plaza algunos siguen comentando la rutina de Kramer.