La poetisa Sara Olguín es postulada con el patrocinio del Centro Cultural Rinconada de Silva y el Municipio de Putaendo.-
Seis nuevos Tesoros Humanos Vivos (THV) son los que invita a buscar por quinto año consecutivo el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Así lo dio a conocer el Ministro Luciano Cruz-Coke en el lanzamiento oficial del programa que desde el 2009 reconoce a aquellas personas o comunidades que son portadoras de manifestaciones estratégicas relevantes y/o en peligro de desaparecer del Patrimonio Cultural Inmaterial.
El Ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke destacó el aporte de la iniciativa: “El mayor logro de este programa es que han sido los propios ciudadanos quienes han aprendido a valorar a estos portadores de nuestras tradiciones. Gracias a ello, Chile ya cuenta con Tesoros Humanos Vivos en 12 regiones. Hago un especial llamado a las zonas que aún no cuentan con reconocidos, para que busquen, encuentren, y releven a aquellas comunidades y personas que mantienen viva la cultura propia de sus localidades”, y agregó: “Es necesario que los postulen para que podamos darles el reconocimiento que merecen”, explicó el Secretario de Estado.
Putaendo postula a la poetisa Sara Olguín Montenegro, cuyo pseudónimo es Paula Godoy, con una trayectoria de casi 50 años dedicada a las letras, enfocada hacia la difusión y cultivo de las tradiciones populares, a las historias de su pueblo y de su gente. “Estoy muy contenta y esperanzada con que esto resulte. Sería muy lindo coronar una vida de esfuerzo con un premio de esta naturaleza y por eso estoy muy agradecida del Centro Cultural de Rinconada de Silva, mi tierra y mi gente, del municipio y de toda la comunidad que me ha apoyado con patrocinios para esta postulación”, señaló.
Sara Olguín (izq.) comenzó a escribir a los ocho años, impulsada por su padre. Junto con su pasión por la
poesía popular, es cultivadora de las mas antiguas tradiciones culinarias del campo de la zona central, preservando las recetas originales de sus platos y sabores. Desarrolla además la medicina natural siendo conocedora de un sinnúmero de yerbas y ungüentos con base vegetal. Es conocida en toda Aconcagua como una gran “componedora de huesos”, haciéndole competencia a las modernas prácticas de kinesiología.
El Centro Cultural de Rinconada de Silva ha tomado la iniciativa de patrocinarla como “Tesoro Humano Vivo”, por su constante aporte a la preservación de las tradiciones de todo tipo y su influencia en la poesía popular campesina. Grissel Llanos (foto der. arriba, con Sara Olguín), antropóloga social de la U. de Chile y asesora de dicha institución, señala a Putaendo Uno que “Como Centro estamos impulsando esta iniciativa porque nos parece de suma relevancia reconocer el trabajo y la trayectoria de personas como Sara Olguín, que han dedicado toda una vida a cultivar y preservar nuestras mas antiguas tradiciones, tanto en el ámbito de la vida campesina 
como en lo cultural. En ese sentido, sentimos que ella reúne de sobra los requisitos para optar a este reconocimiento, y nos estamos jugando por ello”. Sara también recibió el apoyo del presidente de la Corporación Cultural de Putaendo, Bernardo Parra (foto derecha).
El alcalde Guillermo Reyes (foto izq.) fue enfático en manifestar que “Nosotros como Municipio estamos apoyando esta iniciativa del Centro Cultural de Rinconada de Silva porque nos parece que Sara Olguín tiene sobrados méritos para aspirar a este reconocimiento nacional como Tesoro Humano Vivo . Ella demuestra cada día el arraigo con las tradiciones de nuestra tierra y nuestra cultura y nos hemos comprometido a prestarle nuestro patrocinio formal para postularla a dicha categoría. Se merece de sobra ese reconocimiento”, dijo el edil.
Esta iniciativa se enmarca en el programa “Portadores de Tradición”, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, gracias al cual los Tesoros Humanos Vivos transmiten sus conocimientos en los colegios de las regiones del país, a través de talleres interactivos. El trabajo se realiza en conjunto con los docentes de los establecimientos de cada lugar, como una estrategia para asegurar la salvaguardia de sus expresiones culturales.
