Corporación Cultural de Putaendo prepara libro que expone la trayectoria del destacado periodista.-
El organismo ha recopilado escritos, crónicas, publicaciones, poemas, grabaciones, fotos y hasta la música que dejara en Putaendo don Hernán Arancibia Carrizo, insigne periodista y comunicador pionero en Aconcagua y el país.
Fundador de la aun vigente Radio Provincial en 1960, del Diario El Aconcagüino, corresponsal de La Tercera que inició su trayectoria con apenas 15 años de edad, en el Diario El Día, en La Serena, dejó un legado que pareciera no acabar de encontrarse, porque siguen apareciendo nuevos vestigios de su huella de palabras y letras.
“Hoy no hay excusa para no estar informado. No era el caso cuando Don Hernán comenzó a forjar su trayectoria. Su contribución persistente para mantener informada a la comunidad, dan cuenta de su incansable espíritu”, dijo Patrick Vyvyan, el nuevo presidente de la Corporación Cultural, tras la grave enfermedad que afecta a don Bernardo Parra, iniciador de la idea de publicar en un libro todo el material recopilado. Vyvyan usó la palabra en una sencilla ceremonia efectuada la tarde de este miércoles en la sede de la organización.
Posteriormente, Betsabé Alfaro, a quien ha correspondido la labor de digitalizar los escritos y fotos, expuso sobre los alcances que tendrá la futura publicación ante una concurrida asistencia, donde destacó gran parte de la familia Arancibia, cuñados, sobrinos, primos y por su puesto, la viuda del distinguido personaje, la señora Teresita Cádiz, acompañada por sus hijos Francisco, Juan de Dios, Gastón y Luis.
Gastón Arancibia agradeció a la Corporación la labor de rescate de la obra de su padre, que les deja con el dulce sabor
del orgullo por su padre. También en nombre de la familia, Corina Arancibia (foto der.) destacó la profunda huella que dejó don Hernán en su familia, y señaló “ese orgullo que ustedes sienten (sus hijos) también alcanza para todos nosotros, sus sobrinos y demás familia. Lo que ustedes tienen es muy lindo y debe cuidarse”, terminó emocionada.
Luego, los anfitriones ofrecieron un refrigerio a los asistentes, que se quedaron largo rato conociendo anécdotas de don Hernán, narradas por los más antiguos y compartiendo con la extensa familia de este insigne vecino putaendino.