Acción de Gracias reunió a autoridades e instituciones en festiva ceremonia en templo parroquial.-

Muy temprano la música chilena comenzaba  invitar a los fieles católicos a acercarse al templo parroquial. Y es que lo que se venía no era menor: La Misa de Acción de Gracias por los 183 años de Putaendo, pero a la chilena.

Antes del mediodía, el Grupo Folclórico San Antonio de Putaendo ya estaba cantando cuecas en el frontis de la iglesia, y con el Alcalde Reyes ya instalado apreciando lo que venía. Pero era sólo un apronte para motivar a los fieles.

En la iglesia, el Alcalde, los concejales y las autoridades locales ocuparon los sitios de honor. Invitado especial fue el Cuerpo de Bomberos de Putaendo, que en esta fecha cumple 58 años. La misa se inicia con huasos y chinas que ingresan en procesión cantando a la Virgen del Carmen. Y al llegar hasta el altar, cuatro hermosas chinas brindan una destreza de cueca, acompañada por las palmas de los asistentes. Así, en cada ocasión de cantar, la música fue chilena, sea con ritmo nortino o de la zona central, con músicos muy bien aperados con indumentaria ad hoc.

Momento especial fue el Ofertorio, cuando cuatro concejales de la comuna, Aravena, Zamora, Sandoval y Gallardo, llevaron hasta el altar mayor el Pabellón Patrio, para que luego toda la concurrencia le rindiera honores cantando el Himno Nacional. Luego, el Alcalde Reyes y su esposa, llevaron el estandarte de Putaendo hasta el altar.

Para coronar el ofertorio, las bailarinas del Grupo Folclórico San Antonio de Putaendo, ofrecieron al Señor un trote nortino, vestidas a la usanza del altiplano chileno. Durante la comunión, huasos y norteñas acompañaron el crucial momento de la misa.

Al término del religioso evento, las autoridades se instalaron en las gradas del frontis de la iglesia, donde les esperaba el Grupo Folclórico para ofrecer a Putaendo un esquinazo cuequero, que se inició por “Mándame quitar la vida” cantada a capella por Jaritza, una de las vocalistas del Grupo. Luego vino un derroche de cuecas, no sin que ocurriesen algunos imponderables. También hubieron jocosos versos y payas a la chilena, para concluir todos cantando el “Cumpleaños Feliz” a la histórica ciudad.

Sin duda un momento que será recordado por mucho tiempo en la comuna, conociendo su amor por las tradiciones y el folclore chileno, y su respeto por todo aquello que implique acervo patrimonial cultural.