Por Graciela Moragas Billings (*)
Durante los difíciles días post terremoto 27F, mientras los santiaguinos buscaban el alivio y vencían el temor a las réplicas, un grupo de soñadores salió desde sus refugios en casa para mirar más allá de los escombros.
Encontraron gente con casas destruidas, con miedo. Pero aun más allá, después de recorrer poblaciones llegaron a aquellas personas que no perdieron casa, ni muebles, ni ropa…llegaron a aquellas personas que no perdieron nada…¡porque nada tenían!
La gente en situación de calle simplemente vivió este fenómeno de la naturaleza en la calle y en ella misma se quedó. No supieron de cortes de luz ni de racionamiento de agua. Ellos sintieron este terremoto en el estómago y en la indiferencia, pues aquellos que solían ayudar también requerían de ayuda.
Este grupo de soñadores se conmovió con esta situación y empezaron a ayudar de acuerdo a sus propias posibilidades. Sin embargo no bastaba…nunca bastaba. Cada vez que se llenaba el vaso…aparecía uno más grande y más vacío.
Esta situación llevó a una gran decisión: ¡pedir!….Pedir ayuda a quienes estaban bien o mejor para llevarla a quienes estaban sin nada. Fue el comienzo.
Campañas a través de los medios disponibles, de amigos, familia y con el tiempo, a todo aquel que nos conozca…ayuda para ayudar.
La CORPORACIÓN AMAR CHILE nace por la gran necesidad de unión frente a la adversidad. Con el tiempo fue tomando el carácter de organización, con su personalidad jurídica constituida desde 2013.
Actualmente no solo llevamos alimento y ropa a personas en situación de calle. Hoy tenemos una gran meta: sacar a personas de situación de calle -que tengan la inquietud y que no tengan posibilidades- y darles estudios, un oficio e insertarlos en la vida laboral.
Nuestro sueño es grande. No queremos ayudar por ayudar, queremos dar herramientas para que las personas aprendan a ayudarse a sí mismas.
Nuestros colaboradores son fundamentales en esta cadena de milagros, a veces una hora de conocimientos compartidos dan más que un pan….una hora de conocimientos puede llegar a convertirse en harina para hacer el propio pan.
En esta corta trayectoria de pedir para ayudar y ser un ente cooperador en instituciones de ancianos, niños, mujeres y personas en situación de calle, hemos descubierto que el corazón tiene una increíble capacidad de crecer y que nunca basta….porque siempre hay alguien que nos necesita.
La transparencia es nuestro emblema, nuestros socios tienen las puertas abiertas así como nuestro corazón para participar de cada detalle, de cada trabajo e incluso de estar presentes en nuestras actividades.
La invitación para conocernos y ser parte de nuestra familia queda extendida.
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(*) Graciela Moragas Billings es Presidenta de la Corporación Amar Chile. Llámala o visita su página para que te integres a este gran grupo humano. Fono 02-26968687
