Celebrando los 17 años del Ballet Folclórico Valle de Aconcagua, Bafova, se presentaron invitados de Uruguay y Argentina.-

El frío reinante no pudo opacar las presentaciones de los grupos folclóricos “Estampas Criollas” de Uruguay y “Aoni Ken”, de Argentina, junto al Bafova y al Grupo Folclórico Los Carmelitos, de Rinconada de Silva. Todos ellos presentes en una extraordinaria gala artística realizada este martes en el Liceo Marín Fritis, de Putaendo.

El objetivo era la celebración de los 17 años que cumple el Bafova, rescatando la raíz folclórica chilena, para lo cual se preparó el espectáculo denominado “Festival Itinerante Internacional Entre Parras y Cordilleras”, que se desarrollará en varias comunas de Aconcagua entre el 11 y el 18 de agosto.

Los primeros aplausos fueron para Los Carmelitos, que presentaron estupendos cuadros del valle central, dejando muy bien representado a su pueblo y a Chile en este hermoso festival.

Y fue el turno de los uruguayos, con gauchos de traje negro y las bailarinas luciendo sus colores nacionales en sus primaverales vestidos. Maquillaje estilizado, movimientos muy bien coordinados, galanura y elegancia en sus mujeres fueron el perfecto complemento para los bailarines, recios, corajudos y con una actitud encomiable. Incluso cuando uno de ellos perdió pie y cayó, recibiendo una ovación del público y de sus compañeros que avivaban el baile al grito de ¡Fuerza! Y así pasaron gatos, chacareras, malambo y fantasías en bombo legüero. La nota máxima para este grupo de jóvenes que viajaron desde Canelones, Las Piedras, hasta Putaendo, con su directora Graciela German y la profesora María Torres.

Bafova hizo una presentación recortada, aunque plena de elegancia y galanura, en atención a los visitantes internacionales que apenas llegaban después de un largo viaje. Presentaron la crema y nata de sus cuadros, pero había que dar paso a los invitados extranjeros. Putaendo fue la primera parada de este festival itinerante.

Como si no, si el grupo argentino viajó sin parar mas de seis horas desde Tres Esquinas, Maipú, en la vecina provincia de Mendoza, directo hasta Putaendo, si venían recién llegando, pero igual bailaron varias danzas típicas de la zona central argentina. El grupo, que dirige Alejandro Ortiz, lleva 28 años cultivando el folclore argentino, con jóvenes dispuestos y orgullosos del trabajo que realizan. Un punto clave fue la presentación de la pareja formada por Luis Díaz y Blanca Sosa, de Godoy Cruz, en Mendoza, que bailaron una cueca norteña y un gracioso y picaresco chamamé, quienes hicieron gala de la frescura de sus años, a pesar de la edad, arrancando cariñosos aplausos de los presentes.

Finalmente, el director del Bafova invitó a todos los grupos al escenario, y los mas de 60 bailarines danzaron un gato, baile común a las tres naciones presentes en el festival, cerrando así un espectáculo maravilloso de colores, luces, música, danza y hermandad.

Juan Cabrera, Director de Bafova, mientras se presentaba el espectáculo, habló con Putaendo Uno para señalar que “Estamos cumpliendo 17 años de vida artística. Nacimos un lunes 14 de agosto, allá en 1966, en la Escuela José De San Martín, y desde allí hasta ahora hemos tenido una evolución favorable a nuestros objetivos, que no es otro que difundir el folclore con la ayuda de la comunidad”. Cabrera tuvo palabras de agradecimiento para los grupos visitantes, para el grupo anfitrión, Los Carmelitos, y para el Alcalde de Putaendo, Guillermo Reyes, por la excelente predisposición del municipio para recibirlos y atenderlos.

El Alcalde Reyes sólo tuvo palabras de elogio para esta espectacular gala folclórica que se presentó gratuitamente en Putaendo, con una calidad artística muy profesional, incluso contra las dificultades, como el largo viaje que debieron soportar los mendocinos. Reyes agradeció al Bafova y a su director, por haber preferido Putaendo para iniciar este Festival Folclórico Itinerante. No en vano se pretende que la comuna sea la capital patrimonial de Aconcagua.

Luego del espectáculo, los bailarines visitantes concurrieron hasta el restaurant Los Adobes, en Putaendo, donde el municipio les agasajó con una exquisita, merecida y reconfortante cena de camaradería.