Por Mario Arcos, Profesor de Educación Física (*)
Quisiera compartir con toda la población uno de los grandes temas de hoy “El movimiento y la naturaleza”. Estas últimas décadas hemos visto en los medios de comunicación el avance de la obesidad y enfermedades anexas, especialmente en la niñez y vemos que los programas no dan resultado, por muchas causas que hoy no es del caso analizar.
En mi calidad de Educador del Movimiento les comparto algunas interrogantes. ¿Qué es el movimiento para mí y la sociedad? ¿Qué realizamos para combatir la obesidad? ¿Qué valor le entrego a mi cuerpo? Y pueden haber muchas más.
Creo que es importante recordar que nuestro cuerpo, biológicamente, está diseñado para el movimiento y toda su estructura se siente complacida con la activación muscular. Hoy es necesario volver al pasado y darle la importancia que se merece al cuerpo, el cual nos entrega la mejor señal de vida, que es el movimiento. Debemos darnos cuenta que el movimiento es parte de nuestro ADN y que no podemos ir contra la naturaleza.
Cuando digo ‘volver al pasado’, me refiero que el niño debe realizar sus movimientos básicos naturales, que son caminar, correr, saltar, atrapar, lanzar, jugar, realizar movilidad articular, ejercicios de fuerza, hasta cuando llegue ser adulto mayor. Sobretodo trabajar la fuerza, ya que esta cualidad mejora nuestro sistema óseo, fortalece nuestras articulaciones y da estabilidad general al cuerpo.
Hoy existe una gran variedad de métodos y programas de entrenamiento, pero estamos chocando con los tiempos, horarios, etc. Sabemos que ya no es necesario la cantidad, horas de ejercicios, si no que lo mas valioso es la relación calidad-ejercicio.
Les sugiero volver a ser como nuestros antepasados, nómades, cazadores y recolectores, ellos se mantenian siempre alertas y con un cuerpo moldeado y sin máquinas ni aparatos, que solamente provocan lesiones. En la naturaleza está el éxito para lograr una buena salud y evitar las estadías en los hospitales, gastos en remedios, vivir para sufrir, etc.
El tema da para mucho, pero lo más importante hoy es motivar la actividad física y el movimiento, desde la etapa embrionaria hasta que exista un latido de nuestro corazón y ojalá siempre con la familia.
Espero que esta pequeña reflexión sirva para abrir un debate sobre la importancia del movimiento y nuestra naturaleza como seres humanos.
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(*) Mario Arcos Vivar es Profesor de Educación Física, Diplomado Internacional en Entrenamiento Deportivo, impulsor de escuelas de fútbol para niños y jóvenes. Actualmente ejerce como docente del área, en el Colegio Marie Poussepin, de Putaendo.