Putaendo Uno

¡Una sola verdad! Noticias que importan

ppe azulPor Alejandra Rodríguez (*)

Alejandra-181x200Amigas no sabía que escribir y se me ocurrió hablar de algo que todas buscamos en la vida, las rebeldes, las alocadas, las sumisas, todas queremos ver llegar algún día a ese príncipe especial que nos llevara al castillo y nos hará reinas para siempre…

¿Será que por eso estamos frustradas, que nunca aparece el indicado y cuando creemos encontrarlo nos termina por desilusionar?

Pues a una amiga le pasó, encontró a ese personaje romántico a morir, detallista a más no poder, jugado, que la defendía de todo, estaba siempre pendiente, la llamaba al amanecer, dejaba su mensaje a media mañana y por la tarde, y se despedía con mensajes de amor. Ella sintió que su corazón se le salía por la boca y le costaba creer tanta maravilla, pero él la termino por convencer con sus atenciones. Es más pensó hasta si ella merecía tal trato, ella que jamás fue tratada así, sino más bien con desdén de sus parejas, ocasiones en que a veces fue segunda opción, creyendo que no era valiosa y mucho menos poder enamorar a un guapo y apuesto príncipe apetecido por todas, tener sus consideraciones.

Era lo mejor que le podía haber pasado en sus casi 40 años, y así estaba feliz de la vida…hasta que sus amigas y amigos también empezaron a dudar de las intenciones de su príncipe. Y le fueron con cuentos de que el señor visitaba a otras doncellas, y hasta fotos vio ella en algunas publicaciones,  donde “su amor” decía abiertamente que estaba con alguien más. Lloró, sufrió, y vio que ya no sería lo mismo. Pues así, furiosa y triste, llamó a su galán y lo increpó fuertemente. Él le contestó solamente en la noche con un escueto mensaje.

¿Qué hacer en un caso así? Pues no lo sé, solo sé que hoy ella vivirá con una coraza en su corazón para nunca más sufrir como lo hizo. No sabe de quién es la culpa, si de ella por escuchar, si de él por hacer algo que no debía, o por los insultos que ella expresó. Yo no lo sé y ella tampoco. Sólo me dijo que estaba triste y que lo único que le duele de tal capítulo es el resultado, no sabe si jugaron con ella. Tal vez que él no hable signifique que jamás la quiso. Pero para ella, lo más doloroso de todo es no volver a verle, a escucharle, ni sentir su boca nunca más.

Amigas, esta vez es una historia triste, pero a poner ojo con las amistades. A no escuchar y creer todo, pues “caras vemos más corazones no sabemos”. Cuando algo anda bien y las demás lo notan, se genera mucha envidia, y lleva a que algunas se hagan pasar por buenas amistades…

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(*) Alejandra Rodríguez es una mujer joven, putaendina, madre de tres hijos hermosos, por ahora peluquera de niños, y va desenfadada y feliz por la vida. En suma, madre, hija, exesposa, apoderada, trabajadora, amiga y a veces bruja. Ella es…una mujer como tú.

Categories: General, Nosotras

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