LOS VALORES PATRIMONIALES DE PUTAENDO.-
Por Bernardo Parra Leiva (*)
En los últimos tiempos hemos sido testigos de la férrea defensa que ha realizado la comunidad nacional de los valores patrimoniales, naturales y culturales, frente al embate de grandes consorcios. Es por ello, que no deja de llamar la atención, que a nivel local surjan voces en contra del valioso patrimonio natural y cultural de Putaendo, que no es fruto de un decreto gubernamental, sino de las características biogeográficas propias de este valle.
En efecto, por el hecho de ser el único valle de la zona central que tiene recorrido longitudinal y no trasversal, sus características climáticas son más extremas y su biodiversidad diferente. No es por casualidad, sino por la sequedad de su clima, que en la década del 1930 se construyó en Putaendo el Sanatorio Bronco Pulmonar más grande de Chile (actual Hospital Psiquiátrico).
Por la misma razón, los cazadores nómades, los inca, los conquistadores españoles, las caravanas proveniente del norte y desde Argentina, los patriotas derrotados en Rancagua y el grueso del Ejército de los Andes, usaron este valle como recorrido obligado para acceder al centro del país.
Testimonio de lo anterior son:
– Los centenares de sitios arqueológicos existentes en el valle.
– La existencia de Putaendo como el pueblo de indios con anterioridad a la llegada de los conquistadores españoles.
– La configuración arquitectónica del pueblo en base a una calle larga de trazado irregular, que recorre el valle en su totalidad, con casas de fachadas contiguas, murallas de adobe y techumbre de tejas.
– El paso del grueso del Ejército de los Andes, que luego de los combates de Achupallas y Las Coimas permitió a Putaendo ser “El primer pueblo libre de la dominación española”.
Otros frutos derivados de las características biogeográficas de este valle, son el sistema de distribución y aprovechamiento del agua, heredado de la presencia de los inca; la creación de cuatro grandes haciendas, que por muchos años fueron el mayor centro granelero y forrajero de la zona central; la puesta en marcha en 1914 del ramal ferroviario que unía a Putaendo con San Felipe y que permitía sacar la producción triguera, forrajera y ganadera local; la diversidad de cultivos que caracteriza a la producción agropecuaria y la riqueza de la oferta gastronómica local.
Fue la enorme riqueza patrimonial de Putaendo la que motivó al Consejo de Monumentos Nacionales, para declarar en el año 2002 al casco histórico local como monumento nacional en la categoría de Zona Típica. Es esta condición, mucho mejor valorada por los visitantes que por los habitantes del pueblo, la que debiera explotarse inteligentemente como una fuente complementaria de ingresos.
Ello requiere de la formulación de un Plan Integral de Desarrollo Turístico, que contemple: capacitación y toma de conciencia local sobre el tema; campaña promocional a nivel nacional; mejoramiento de la señalética caminera; incentivos para la habilitación de hospedaje particulares; coordinación de la oferta turística; creación de circuitos que permitan optimizar el conocimiento y uso de los recursos patrimoniales naturales y culturales.
La utilización de la Zona Típica de Putaendo con fines turísticos, de manera alguna se contrapone con el desarrollo agro industrial del valle, el que por razones lógicas debiera focalizarse en la zona rural. Ambos procesos son complementarios y no excluyentes.
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(*) Bernardo Parra Leiva es Magíster en Ciencias, Presidente Corporación Cultural de Putaendo, ex profesor de la UAC y de la Pontificia U. Católica de Valparaíso, escritor e historiador, con varias publicaciones científicas a su haber.