“…seamos autoridad o seamos simples ciudadanos, hacemos “vista gorda” a la presencia de droga y alcohol en nuestros jóvenes”.-
Está clarísimo que la historia no la escriben los cobardes, sino aquellos que tienen cojones para enfrentar las durezas de esta vida.
Un ludópata mata persones y luego se suicida; un rapero muy popular entre los jóvenes resulta ser un drogadicto alcohólico que le saca la cresta a su pareja y luego se victimiza diciendo que “ella sola se pega para incriminarme”; varios íconos rockeros se han suicidado muy jóvenes o han muerto por excesos de drogas y alcohol.
En Putaendo también vemos como campea la drogadicción y el alcoholismo entre los jóvenes. Ya no puede haber carrete si no hay un par de pitos y unas chelas (que siempre son varios pares). Incluso vemos a jóvenes de colegio fumando “de la güena” en plena plaza de armas, y hay que pasar calladito porque si dices algo te “surcen” a chuchadas.
La droga y el alcohol son los medios predilectos para evadir responsabilidades, incluso cuando hay hijos de por medio.
Nos dicen: “es que somos un pueblo rural y es así en todo Chile, mucho alcohol en la gente de campo”. ¡NO! Solo la cobardía y la ignorancia son los agentes que no nos dejan enfrentar las situaciones difíciles que la vida nos pone enfrente. Y eso hay que combatirlo desde las entrañas, desde la propia familia, desde el seno de nuestra comunidad.
Hasta en Putaendo escuchamos cuetazos o disparos cuando llega droga. Cuando juega Chile ya sabemos que veremos muchos grupos de jóvenes (y adultos) emborrachándose, cualquier pretexto es bueno para tomar, y lo contamos como gracia y hacemos gala de eso en las redes sociales, contando la “caña” del día siguiente, y mientras más grave la “cañufla”, más gracioso el tema. Para el Mundial de Fútbol del 2018, con Chile ganando, quiere decir que la borrachera será interminable….
¿Problema social? Sí, claro. Se transforma en problema cuando, seamos autoridad o seamos simples ciudadanos, hacemos “vista gorda” a la presencia de droga y alcohol en nuestros jóvenes. Me rebelo contra esa indolencia, contra la justificación fácil de “es problema de otros combatir el alcoholismo y la drogadicción”. ¿Y cuándo es problema nuestro? ¿Será nuestro cuando vemos que sucede en nuestras propias narices, en nuestra comunidad, en nuestra casa, en nuestra familia? Pues les tengo una noticia: ¡ESO YA ESTÁ SUCEDIENDO EN PUTAENDO! Que no se malentienda, no soy cartucho con la marihuana, me preocupa la drogadicción.
La comunidad organizada, a través de instituciones sociales o vecinales, puede exigir una mejor forma de enfrentar este problemón de nuestra comuna. ¡Ahí tienen tema y tarea señores Concejales! ¡Ahí tienen un problema real! A ver quién es capaz de recoger el guante.
¡PUTAENDO PUEDE MÁS, Y MERECE MÁS!
Mario Alvarado, Director de Putaendo Uno